Me preguntas por què te beso.
Me preguntas por què te acaricio.
Me miras. Suspiras.
Me miras...
Y yo veo tus ojos.
Tus ojos llenos de luz y que me cuestionan.
Fernando...
Me dices que pienso en otra persona cuando te beso.
Y que no acaricio realmente tu cuerpo.
¿Por què?
¿Por què me dices eso?
Son tus labios, Fernando los que yo beso.
Es tu boca la que yo empiezo a descubrir.
Es tu rostro el que està junto a mì.
Es tu cabello, son tus manos, es tu cuerpo.
Y còmo no acariciarte, si eres tan perfecto.
Còmo no disfrutarte, si tù me gustas tanto.
Còmo detener mis manos, si añoran tocarte.
Còmo no regalarte una caricia, si èsta sale de mi alma.
Còmo no fundirme contigo en un abrazo.
Còmo no entregarme a ti si mi corazòn lo pide.
Còmo ocultar a tu boca mis labios.
Y còmo tapar mi piel si eres tù quien la descubre.
Son tus labios, Fernando los que yo beso.
Es tu cuerpo, mi amor, al que yo me abrazo.
Son tus ojos mi vida, en los que yo me pierdo.
Y es tu voz, corazòn, la que dice mi nombre.
Son tus manos, Fernando las que recorren mi cuerpo.
Son tus besos, mi amor, los que tatùan mi espalda.
Es tu barba, mi vida, la que me hace estremecer.
Y es tu aliento, corazòn, el que aùn logro sentir.
Eres tù, eres tù Fernando.
Solo tù mi amor.
Solo tù.
Fernando de mi corazòn.