Mi profesora me enseñó
a ser un caballero
que me quedara callado
cuando el contrario es bullanguero.
Dicen que dice el refrán
el pez muere por la boca
pero hay quienes lo provocan
dándoselas de gran galán.
La propaganda no dice
las fallas del corazón
y no teniendo razón
pinta cuentos y se condice.
Y cuando se ve rechazado
se cree un galán, y no sabe donde pisa
es como un ángel colgado de la repisa
escandalosamente reniega enconado.
Es un claro idealista equivocado
de su figura humana
no se da cuenta que en la callana
todo trigo toma el color dorado.
Debo callarme y no puedo
cuando se usa como escusa
un momento trágico y doloroso acusa
tratar de engatusar en su ruedo
Las rimas son su muralla
los sonetos sus escudos
las palabras de los rudos
son verdaderas batallas.
La amistad que se proclama
en versos por consiguiente
es un manto inerte
negando así su fama.