Allí estaba el volcán entre dos lunas,
resplandeciendo como perlas ¡iluminando todo!
como si estuviesen mezclándose con el planeta;
chocando con unas pequeñas islas en algún lugar,
que es como el trazo de un pintor en el hermoso mar.
Allí estaba el volcán haciendo erupción, apasionada,
entre dos esferas delicadas, quemando incluso la nada,
en el cielo pintado por los fuegos, nubes alumbradas,
ideas macabras en un rojizo de buenas esperanzas.
Existiendo tantas islas en el mar y yo sólo con esta,
inventando, imaginando la utopía de un mar perfecto
con extrañezas e ilusiones que pueda saborear y desear,
y no quemarme el sueño por estar acá y no por allá.
Existiendo infinidades de galaxias, con tantos planetas,
planemos e incluso estrellas, de todos los colores y sabores.
Y yo pensando en trivialidades de la vida no privatizada,
pero con un coste agregado terriblemente grande:
\"Amar con el corazón en el pecho, abierto,
Y con los bolsillos llenos de nubes, sin aliento\"
Amar con el corazón en el pecho, abierto:
Amar a cada uno y cambiarlo todo,
sin pensar esas banalidades como subsistir.
Y con los bolsillos llenos de nubes, sin aliento:
Aspirar a lo imposible y concretarlo,
como un pensamiento de un sueño incansable.
Eso sí es complicarlo todo, eso es amarlo todo.
No parar de avanzar, sin más, crecer y no morir.
Esas son mis intenciones. Navegando o planeando.
Ya sea naufragando en el espacio interior o exterior,
con nubes grises o blancas, con tu alter-yo o con vos.