Lincol

ACUÉSTATE CON UN ESCRITOR

ACUÉSTATE CON UN ESCRITOR

 

Acuéstate con un escritor porque puede excitarte tan solo escribiendo. Bésalo porque puede convertir una aventura de una noche en un poema que defina la vida. Usará la literatura para desvestirte. Usará sus palabras para excitarte. Citará la obra de otro escritor en el momento preciso para llevarte a la cama.

Ten relaciones con un escritor, el escogió el arte por encima del dinero, incluso si siempre se está quejando de estar arruinado.

Quítale sus pantalones siempre que puedas, porque admiras los sacrificios que hace para dedicarse a lo que ama, sabiendo que tú no podrías hacer lo mismo.

Duerme con un escritor por que el empezará un bonito poema acerca de las plantas de tu pies, negras por usar sandalias por la calle y de la forma en la que contrastan con tus sábanas azul claro. Y entérate de que él jamás acabará ese poema.

Acuéstate con un escritor por que en su mente el pensará que eres mucho más de lo que jamás podrás llegar a ser en realidad.

Hazle el amor a un escritor porque necesita una musa, aunque odie esa palabra. Deja marcas en todo su cuerpo porque él porque puede componerte algo tan exquisito que se lo mostrarás a tus nietos. Hazlo por que él juega con metáforas y con crear oraciones que te hacen gozar.

Ten relaciones con un escritor porque el está loco de remate. Hazlo porque tú estás loca por el también.

Ten relaciones con un escritor, porque te enviará cartas de amor en cualquier formato (y desde cualquier rincón del mundo), te escribirá a diario con palabras que tendrán todo el sentimiento que no fue capaz de decir en persona

Vuélvete loca por un escritor porque lo amarás mucho más intensamente que a cualquiera antes de él.

Haz el amor con un escritor, porque ya tendrás tiempo para casarte con alguien más estable, alguien que gane un mejor sueldo, alguien que diga frases estúpidas como “a quien madruga Dios le ayuda”, o “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Él no te prometerá nunca todo eso.

Pero más que nada, acuéstate con un escritor porque necesita tenerte cerca para inyectar tinta en su bolígrafo, para dar forma a sus historias, para seguir soñando despierto.