¿Me abandona el sueño?...si,
me deja en el ocaso nocturno
cansado, triste, taciturno,
con recuerdos que rehuí.
Con los ojos abiertos, siento
en lo frío de la almohada
el aroma, que montada
en mi nariz, dejó tu aliento.
La noche sigue su camino
y el día luce brillante,
con ese calor acuciante...
de mis ojos, líquido salino
Los blancos linos de mi lecho
de mi insomnio los testigos,
soportan también los castigos,
si...¡erupciones de mi pecho!
A mis tímpanos murmuran
¿donde están esas alegrías
que placentero presumías?
¡No! ¡no más! las penas no duran.
Así las horas lentamente
lograron despejar mis ideas,
con la salud no más peleas,
no mas desvelos tontamente.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MEXICO, Jul.26/15