Madeline Millan

Arabesco

Arabesco

 

Se sabe de una alfombra mágica

Habla a su manera, de colores bellos, sin ser persa

Se siente automóvil deportivo descapotado

En ella caben dos personas como en camita individual

Se llegará en ella lejos muy lejos y no hay que cruzar fronteras

Desde el aire el mundo será contemplado como desde un satélite

Y aunque parezca que sus pasajeros viajan en primera clase

No son semidioses ni humanos privilegiados quienes vuelan

A diferencia de la lámpara no necesita frotarse

Ella conoce todas nuestras intenciones e íntimos deseos

 

Y si, por la velocidad del vuelo, uno de la pareja perdiera el equilibrio

La alfombra se creerá mamá pájara y pensará que eres pajarito

 

No hay peligro alguno en una alfombra mágica

siempre y cuando hagas el viaje sobre el tapete

con los ojos cerrados

En verdad os digo,

una alfombra mágica es una cosa verdaderamente maravillosa

sobre todo cuando no existe casa ni suelo donde tenderse