Higgs.

Estoy siendo

Se dijo que el maestro de los budas

Algún día tuvo una gran duda

Por aquel rencor de la mujer

Que rompió su corazón

Pues el amor fue una derrota

Con sabor a gloria

O una gloria con sabor a derrota

Eso no importo

Cuando la luna dejo de girar

La triste realidad de un gurú

Saber que a su farol se le fue la luz

En la cual tú eras su estrella

Una galaxia en una botella

Tú la más bella, su doncella

Besar el fin del confín del universo

Combatir la prosa con el verso

La trova de mis letras sonoras

El poema que mi alma implora

La melodía de la composición sin voz

Un poeta oculto en su habitación

La obscuridad de la noche su temor

Cosmos sin sol, cantante sin canción

Un forastero perdido en su ciudad

Sociedad total agujero de suciedad

Mientras la compañía de la soledad

Es lo único que necesito para filosofar

Un marinero que le teme al mar

Un ave con fobia a volar

Un pez que no sabe nadar

Y un sabio que no comprende la realidad

Mucha vida para tan poca comprensión

Mientras de apoco se disminuye mi palpitación

La agitación de mi respiración

Al ver una oportunidad

La necesidad de estar con vos

Tengo invertido la mente con el corazón

Mi cerebro bombea mi sangre

Mientras mi corazón no deja de pensarte

Sal de mi cabeza si es que no estarás aquí

Pues me cuesta vivir y ser feliz

Teniéndote cerca y sin poder tocarte

Tan cerca que los centímetros se hacen metros

El poder rozarte solo en mi imaginación

Haciendo de ti el lienzo y arte

Mientras mis sueños no tienen frenos

Una montaña rusa horizontal

Un mar en un mal espiral

Carruaje rocoso rodante

Un camino sin fin para el andante

Y a pesar de todo lloro y sufro

Pero no soy el mismo de antes

Las estrellas como focos apagándose

Mi rabia al no estar contigo

Soy las hojas de los árboles

 Aquel soplido de tu suspiro

Soy tu hoja en blanco

Un inicio inesperadamente esperado

Soy un cisne en picada al vacío

Soy la mirada en el fin del acantilado

Por ti, por ti estoy siendo

Estoy siendo el último pensamiento

En la muerte de un saldado

Soy lo último que pudo haber recordado