¡CULPABLE!
Yo, me declaro culpable
de haber robado tu amor
con un sentimiento afable
que brilla con su candor.
Culpable yo me declaro,
otra vez te lo repito
y créeme que no es caro
pagar por este delito.
Lo pago con mucho gusto
porque te amo de verdad
y lo considero justo
por tanta felicidad.
Hoy, me declaro culpable,
ante el jurado presente;
de hurtar tu sonrisa amable,
de invadir toda tu mente.
Soy culpable por amarte,
por robarte el corazón,
por eso he de idolatrarte
hasta perder la razón.
¡Culpable! Entero o en pedazos…
Y he de pagar mi condena
en la cárcel de tus brazos
y en tu mirada serena.
Autor: Jareth Cruz
San José, Costa Rica
27/07/15