Fueron cayendo las balas
sobre el soldado valiente
fueron cayendo las balas
ya le llegaba la muerte
Primero apoyó una rodilla
sobre el suelo inclemente
no le quedaba fuerza alguna
rodando por la pendiente
De sus labios salió un grito
diciendo adiós a su amada
en su mano un sobre escrito
que con fuerza él agarraba
Dentro había una vieja foto
con una madre y su niña
las dos sois mi mayor tesoro
espéradme en la sepultura
Un corazón desgarrado
por dos amores perdidos
que una tarde partieron
por él Señor bendecidos
Una tarde la desgracia
rompiera su corazón
otra tarde una tragedia
les reuniera en un rincón
De nuevo los tres reunidos
en el cielo que es de Dios
con su sueño ya cumplido
nunca más se dirán adiós