Vienes con la cirugía más precisa, más exacta,
a extirparme mí delicado corazón,
olvidado el bisturí
operas con tus dientes
sobre mi pecho al descubierto
sobre el que pasean tus escorpiones
en busca de la picadura más dulce,
y vienes con el beso de la anestesia
como quien pone un clavo en la pared
para colgar nuestra última sonrisa.
Luego una vez dentro
entras con la pretensión de ser permanente
con el veneno inyectado con sabor a canela
con el punto de azúcar necesario
para endulzar mi vida
pero prefiero los besos con sabor a sal
mantienen la fuerza de la mar
las mareas
las olas
los vaivenes de los océanos
y lo presiento más fuerte
como la línea de tus ojos y la mar con su horizonte.
Vienes con la cirugía más precisa, más exacta,
para sentarte a mi lado
y me dices que serias capaz de poner del revés el mundo
a cambio de un beso
y yo voy, y te lo doy
y dejamos el mundo boca abajo
con los cuerpos suspendidos
y al final como siempre te resbalas, caes al abismo
y tus escorpiones inyectan tu veneno, en tu pecho descubierto.
Vienes con la cirugía más precisa, más exacta,
déjalo, ya es tarde, ya no hace falta