La senda por donde voy
constantemente a tu casa
los ojos la conocen hoy
desde las piedras a las trazas.
Que adornan ese camino
para la vida hacerla grata
y encontrarme con tu destino
con esos ojos de gata.
Pero aún voy recorriendo
con mis zapatos color zapallos
por donde están mirando
esos terribles ojos de gallo.