Te cambiare versos por sonrisas, pues con ellas,
me reinvento, sueño y me mantengo vivo.
Sí preguntas porqué, con sensatez no responderé.
Mareas de palabras lúcidas y eternas atraviesan mi cabeza, cuando esa bella curvatura entre tus labios se dibuja.
Cálida, amplia y eterna habita en mi mirada, donde la tengo grabada, en mis pupilas yace,
se forja y renace cual flor de azucena.