—¿Quién eres tú? ¿Qué buscas asolando
un año más los campos de ilusiones?
—Seré lo que tú quieras que yo sea;
los colores que integran la palestra
de artistas que succionan la belleza.
Marrones, ocres, verdes, amarillos,
blancos, grises, rojizos y castaños.
También, el viento frío de la helada
que seca los ramajes y arremete
al oleaje, contra la escollera
del muelle que protege la frescura
tierna, de juveniles espesuras.
¿Y cómo no? También puedo ser, sádico.
Sádico para aquellos que no esperan
el soplo de los vientos que desclavan
la hoja del almanaque. Ese tornado
que desnuda los árboles de hojas
y azota sentimientos de congoja.
Yo soy la madurez de la existencia,
para unos, el ocaso de sus glorias
que arrastran con fatiga sus memorias,
para muchos, la cumbre del deseo
viendo cerca, la puerta del crucero.
Cecilio Navarro 2/12/2015
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