Crecí creyendo con la idea de tener un alma gemela.
En serio, de niño imaginaba que cada persona tiene un complemento en alguna parte del mundo esperando a que el destino los una, lo creía, lo deseaba.
Cómo sí conocer a mi alma gemela lo daba por hecho, me preocupaba en cómo iba a decirle que ella era el amor de mi vida. Y sí no podia? porque desde niño se que no soy abierto con mis emociones, pero esa es otra historia...
Pasaron los años y un día conocí a una mujer. Me pareció en ese momento que poseía cada una de las características que me encantan en una dama y con el pasar de los años me enamoré de tal manera que estaba seguro de haber encontrado eso que todos buscan, me explico no?
Esa alma gemela, tu otra mitad, lo mujer que te hace completo, la prueba viviente de que 1+1=1.
Por un tiempo lo creí así, hasta que me abrieron los ojos, más bien, a la fuerza.
El desengaño es una cicatriz que no se borra, y te recuerda la verdad.
La verdad es la verdad nos guste o no nos guste y aunque todo sea relativo, las montañas son montañas y los pájaros son pájaros y tu un pendejo si crees que el amor es un rompe cabezas donde todo encaja a la perfección.
No existe tal cosa, nadie es perfecta o perfecto para ti, nadie encaja realmente contigo, realmente no se trata de eso.
Deja de buscar tu alma gemela, ya es lo bastante difícil encontrar a alguien con alma.
No esperes porque nadie va a llegar, olvida la idea de que las cosas pasan por algo, las cosas pasan por lo que haces o no haces, así que sal a la calle, conoce personas y abre tu vida a las que valgan la pena.
Te lo dice alguien que se calla lo que siente, probablemente ni te salude al pasar por la calle, y difícilmente le hable a un desconocido.
Aún así...
Llegué conocer a otras, me enamoré, fracase porque quise o porque no quisieron pero... Al día de hoy, después de 6 años vuelvo a sentir ese agape.
Solo que hay cosas que no puedes cambiar...
No te cierres, perdona tu pasado y no te traumes.
Enamórate por más ilógico que te sientas, por más perdida que veas tu causa.
Tal vez el día en que la encuentres ni si quiera la estés buscando.