Me conmovía el amor de la mirada
de tus ojos tan negros como noche,
mas yo creí no estar enamorada
y puse la distancia como broche.
cuando me fuí, apenas dije nada
y tu boca no dijo ni un reproche,
y me marché en silencio y apenada,
mis lágrimas fluyeron con derroche.
Hoy me pregunto, qué será de ti,
¿habrás sido feliz, estarás muerto?
no pregunté por ti cuando volví;
preferí la certeza de lo incierto...
me gusta imaginar que tú sin mí,
supiste navegar en mar abierto.