tres minutos con la realidad - Claudia Waisman
Ponerle ojos a los pies
volar sin despegar las alas de la tierra
sacarse las telarañas que habitan en las pupilas
entregar la muerte a la vida y viceversa
beber el dolor que descansa en las orillas de los ríos
aprender a compartir panes con la soledad
llorar las primaveras oxidadas
desintoxicarse de amores mustios
encontrar las raíces de los miedos extirparlas
trazarse fronteras con la masa del mar
levantar árboles como se levantan muros
subir la vida sin bajar
convivir en la derretida esperanza de la humanidad
a pesar de ser el hombre presa y depredador de sí mismo
equilibrarse en esta cuerda floja
sin tener vocación de funámbulo
¡No te entierres vivo!