Cuando te miro en brazos de esos hombres,
Cuando pienso en tus goces tan prohibidos,
Cuando pienso en aquellos mil latidos
Le pido al corazón no me la nombres;
¿Por qué a tantos servir?, ¿por los renombres?
Será que por ti habrá, muchos perdidos,
Sombras que por ti lloran, confundidos
Lastimeras razones; no te asombres,
En ese loco afán de ser mejor,
De obtener fácilmente ese dinero;
Piensas: te arrancará tanto dolor
Qué pena, ese vivir tan traicionero;
Te equivocas tendrás todo, no amor,
Y será tu final solo y austero...