Concentrado en mi lectura ,
tu presencia la percibí , tu
aroma angelical , te delató .
Me imaginé tus manos , en
mi rostro , y decías , amor ,
ven , deja que mi cuerpo
te abrigue en esta noche , y
que tu mente , solo a mi
pertenezca , en este instante ,
tan largo como un siglo .
Yo asentí , y accedí como un niño ,
que se deja arrullar , gozando cada
caricia , que tu alma extendía en la mía .
Y viajé a ese mundo de los sueños ,
donde al llegar , ya no se quiere regresar