Izandro

Niña Mujer

 

 

El lugar donde siempre he pertenecido,

A las calles con aroma a brisa del mar,

Donde mis pasos me regresaban, a cada instante contigo,

Donde el silencio recogía palabras, que no te pude dar.

 

El lugar al cual siempre he regresado,

Volviendo la mirada y buscando a quién dejé,

Repasando en callada alegría,

Los besos, que aquella noche te había dado,

Y el perfume de tus cabellos y de tus labios,

Tan dulces como aroma a café.

 

Hoy ilumino el paso oscurecido,

Y de tu mirada que siempre luz me ha dado,

Donde rescato el tiempo que se ha ido,

Y me quedo con tus besos que se han marchado.

 

Vuelvo al lugar donde he nacido,

Donde tu amor me dio mi única vida,

Donde el calor de tu abrazo siempre conmigo,

Me protegía del invierno y de la lejanía.

 

Voy a volver al lugar donde he nacido,

Donde tu seno amoroso me dio vida,

Donde tus besos de amante me harían cautivo,

Donde tu sonrisa de niña, siempre ha de ser mía.

 

Volveré a aquella esquina donde te amaba,

En silencio, mirando tú andar acompasado,

Cuando aún tú, sin saber de mi existencia,

Yo seguía tu camino, silente hasta la misa;

Dibujaré tras de ti, cada paso,

Pretendiendo que como niño enamorado,

Te siga amando a lo lejos, y sin prisas,

Recogiendo el aroma, que tus huellas han dejado;

Volveré a aquel lugar donde te amaba,

Para imaginar decirte, cuanto Te Amo,

Más de pronto despierto y reparo,

Que el tiempo me ha jugado una quimera,

Y abriendo mis ojos, a la luz que tú me dieras,

Un aroma a Jazmín, como el que usaras,

Me ha despertado con calor de alborada,

Para verte sentada a mi lado,

Como niña mujer, enamorada.