(A Alberto Vilches)
¿Dónde estás hoy Alberto, amigo mío,
quisiera conocer qué te ha pasado,
si es que angosto para ti era este río,
o quizás al cruzarlo te has ahogado?
Tú, que hilabas estrofas con buen lino,
como nadie más que tú hubiera hilado,
has optado elegir otro camino,
privados del saber nos has dejado.
Estés donde tú estés, no recrimino
que otra novia, feliz, te hayas echado.
Sólo quiero que sepas que el camino
cada día sin ti ya es más pesado.
¡Que dios te guarde como tú mereces,
que seas muy feliz en tu destino,
que ese árbol que ha parido tantas nueces
nunca se debió ir por donde vino!
©donaciano bueno