Aunque sé que no existe, yo quisiera
ser pincel y pintar una quimera,
vestirla con los trapos de princesa
y hacerla pasear en su calesa
para que todo el mundo la aplaudiera.
Un capricho de dios. Sería bonito
que el amor siempre fuera un requisito
en cualquier estación, Y en primavera,
además, se alardeara y presumiera
para al querer añadir ese puntito.
Si yo pudiera, dos mío, si pudiera
la bondad llevaría por bandera,
exhibiendo ese emblema con orgullo,
una rosa impresa y un capullo
santo y seña serían hasta que muera.
Una brizna de mar. ¿Acaso el cielo
es más lindo y más fuerte que el anhelo,
que un suspiro en la playa al caminar?
Las promesas nunca tienen que acabar
y antes de aterrizar aupar el vuelo.
¡Ay, quién pudiera ese alma adecentar
para exhibir desnuda junto al mar
o haciendo auto stop en carretera!.
El deseo de vivir y mejorar
del bel canto ha de ser la voz primera.
©donaciano bueno