Esperando el crepúsculo de tu feminidad , que te ataca con dolor.
Dulce aroma de mujer más húmedo que el llanto.
Sigilosos y atroces los sollozos de tus ojos te resignan a un mar de sensación,
que recorre tú espalda y revienta en tu abdomen.
Pan de cada mes.
Crepúsculo de tu ser, que te hace mujer.