Donaciano Bueno

Las hormigas

¡Curioso por demás, el hormiguero!

Contempla como avanzan las hormigas

absortas en fila india tras las migas

que ha olvidado indolente el panadero.

 

Son cual rebaños de ovejas, sin pastor

que les silbe, ni perros que les ladre,

lo opuesto a lo moderno que es desmadre,

un ejemplo social de pundonor.

 

Artrópodos, clasistas, es la reina

la que manda y que corta el bacalao

¡pobres machos, el papel que os ha tocao!

si has chingao es la muerte quien te peina.

 

¡A currar todo el mundo!  Las obreras

son esclavas por derecho natural.

Son igual que las abejas, sin panal,

de quien manda en su reino prisioneras.

 

Hormigas obedientes y hacendosas

que nunca rechistáis aunque ello os duela,

y tampoco engañais por ver si cuela,

sin malicia, maldad, ni caprichosas.

 

Quizás todo se base en el aroma

que les incita a hacer así el trayecto,

que lo hagan  tan derecho, tan perfecto

y de ese laborar la hormiga coma.

 

A los humanos, ¡ay, mal no vendría!

de ellas aprender aunque les duela,

su humildad y constancia y la cautela

son manantiales de sabiduría. 

©donaciano bueno