Dios está hablando y nadie lo oye
no hay quien escuche
solo piensan en sus cosas
solo piensan en los placeres
en sus creencias y en sus comidas.
La madre naturaleza está avisando
y el hombre que debería ser el mejor
pero no la entiende
los terremotos suceden
los maremotos devastan e invaden la tierra
y solo nos preocupamos con tener más
más hijos
más dinero
más comida.
Nuestro gran problema somos nosotros mismos,
nos procreamos como ratas
nos multiplicamos sin control,
nos tragamos a nosotros mismos
nos matamos unos a otros
bien sea para robarnos o para asesinarnos,
todo es una venganza,
todo es un perjuicio,
todo es un peligro.
Si solo pudiéramos controlarnos a nosotros mismos,
sería maravilloso,
pero no es así,
somos los únicos animales sobre la faz de la tierra
en que somos depredadores de nuestra propia presa.
Para todas las plagas
Dios ha enviado antídotos,
solo para nosotros los humanos
somos nuestro propio antídoto.