\"Ojalá por mi hubiera el mismo miedo a perder que con él\"
Al viento trato de entender cuando susurra
malas noticias abrumando mas ésta penumbra,
señales confusas estrechan la garganta muda
tus ojos dañan más que unas palabras sucias.
Por la noche llega el niño enamorado
escribiendo sueños de un amor mal encontrado,
¿Quién eres para juzgar la vida?,
aunque ésta te derriba viene lista con salidas.
El odio a un recuerdo vivo
hace comprender la bala de un asesino;
un llanto de mimo, un libertario reprimido
así el corazón, en un beso no correspondido.
Destruir el cuerpo y que el alma esté contenta,
las propias injusticias son una protesta interna.
Si nadie te escucha y todos te justifican
atiénde tú mismo las penas crucificándolas.
Al final no leerás las rimas que me nacen.
Para mal no te importará lo que me pase.
Caducar la memoria mientras ésta crece
es esperar sentado a que el sufrimiento cese.
El trazo infinito en un círculo destruido
marca del anillo por romance mal dirigido,
consecuencias de un capítulo que aún no se ha escrito
llegará a su tiempo cuando estés mas distraído.
Pendiente del peligro de enseñarte y aprender,
el rencor tiene su tiempo antes de reconocer
la bronca de la razón explicando lo de ayer
contra el espíritu podrido por el nombre de una mujer.
Al final no leerás las rimas que me nacen.
Para mal no te importará lo que me pase.
Caducar la memoria mientras ésta crece
es esperar sentado a que el sufrimiento cese.