Xema

Palma

 

¡Oh!, que suave es la brisa,

Dulce las heridas que me dejas.

 

Rompes el surco de mi tierra,

Abres las manos

De la inocencia;

Palpitas ante el soberbio

Y miras la gloriosa

Palma de la victoria.

 

Te has manchado tu traje

Del vino nuevo,

Has ido a pisar el lagar

Para tomar la copa

De la victoria;

Te has teñido de la suave brisa

Y no has querido sus riquezas,

No has amado

Sus jactanciosos placeres;

Has encontrado

Uno mucho mejor,

Abrís tus manos

Para recibir la palma hermosa

Signo de tu victoria

Hermosa y soberana.