Anoche, de noche, justo esa noche,
no me preguntes día, no recuerdo,
cuando dios en el cielo hizo un derroche
probando si este ingenuo fuera lerdo,
quiso llegar con él a algún acuerdo
cual si fuera un disfraz o algún fantoche.
Vime inmerso en ignota sacristía,
la calavera, cruz y una sotana
y un letrero que decía: \"mente impía
piensa hoy bien pues quizás no habrá mañana\".
Seré sincero, dije con desgana,
por más que insistas, mi alma siempre es mía.
Alma, razón, el corazón son eso,
pesada levedad del ser que siente,
que piensa que es consciente, que es avieso,
que sabe lo que piensa, es consecuente,
e impide que le arrastre la corriente
robándole a traición su mejor beso.
©donaciano bueno