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¡Oh, poetas del mundo de las letras!,
que expresan su sentir en cada papel,
y hoy se escribe y no es fantasía ni tretas,
ni aventuras en las manos por cruel,
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no, no, no; no, se escribe por amor,
algunas veces, lo que dice el poeta es cierto,
no, no, no, no, no, es mentira, por clamor,
se reclama el dolor o la felicidad en corazón abierto,
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llega ya, poeta, ¿qué no ves que te quitan una parte de tu alma?,
y es la musa o inspiración que se la llevan de tu lado,
que nunca seas mediocre o altanero, lleva las cosas con calma,
sé, humilde y sentirás que tus letras tienen nuevo rumbo,
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¡Oh, poetas del mundo de las letras!,
crucé el cielo y hallé mis alas abiertas,
como un camino con ilusiones y perpetras,
llega a mí, musa voladora, ¿qué no ves deshechos mis adentros?,
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que sienten que tú estás y no estás,
y los poetas del mundo te necesitan al igual que yo,
que nos perdemos en el mundo, si tú no estás,
y que si estás podemos escribir con alma y corazón,
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y la vida, y la vida, y la vida, que está detenida por tí,
musa perdida y cruel, no dejes, por desearte más,
mi mente aflora pensamientos buenos y, jamás,
sé, que se oyó decir que tengo la musa herida y sin tí,
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y que no sangra de dolor como la virgen,
pero, sí, hiere en lo profundo como un golpe,
y no es que la mente taja sino que la musa se fue,
y si quiere volver, pues siempre seré, ¡un poeta humilde!.
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