Me gustas
por la fina y suave
seda de tu piel;
por la feliz e inmutable
sonrisa de tu ser;
por la asombrada y sostenida
mirada de tus ojos;
por el desafiante y temerario
encanto de tu enojo;
por la dulce y cálida
paz de tu ternura;
por el sereno y bello
aspecto de tu figura.
Me gustas
por el profundo e infinito
misterio de tu amor