ADIOS A LA CASITA BLANCA
Me alejo del ribazo
con la mariposa
y vienen conmigo
un búho amigo
y con su aroma
mi compañera la rosa.
Ya no flotaran para mi
trémulas hojas de olvido
ni mágicas volandas
sobre el agua del rio.
Ya no rodaran las ondas
meciendo los pétalos
sobre el agua indolente
en las siestas perezosas.
Ni contemplaré erguidas
en las lagunas silenciosas
a las totoras orgullosas.
Con triste lagrimón
la vi por última vez
en el recodo
a mi choza con su altivez.
Adiós casita blanca.
No estoy solo
la mariposa y la rosa
se van conmigo
y mi alma presurosa
se aleja con el bote
por el rio amigo.
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