DESPLAZAMIENTO
Mi hermano extiende su mano
al viento que surca su despedida,
espinas y villanías, por su camino.
¡No lo escucho es mi rutina!
Ríos de aguas turbulentas,
mares de oleajes tormentosos...
Mi hermano llora y extiende su mano,
su campo consumido y desterrado,
va en búsqueda de infortunios;
los malhechores
lo han dejado a la deriva
tras las tormentas,
y en soledad su olvido campo.
Aquí en la ciudad
lo impredecible es su tortura
el caos de la urbe su delirio.
¡Como anhela su desterrado campo!
Mi hermano extiende su mano y
su agobio aprontándose en la ciudad,
tras su camino espinas y heridas.
¡Pero nadie reacciona ante su necesidad!