Para estar en el cielo,
no hay que morir
y vivían hasta el
desenfreno...
Acaso se unieron,
Para perderse
extraviados los dos.
Todos sabían de ese
apasionado querer
y callaron.
En el silencio,
partieron.
Dejaron todo atrás
y nunca volvieron.
Parece que alguien
los reconoció
por allá, a lo
lejos.
Todos lo sabían,
nadie dijo nada.
Partieron y en
silencio
dejaron todo
atrás y nunca
volvieron.