Siempre te he necesitado.
Tú bien lo sabes.
Pero el destino ha querido
que hayamos tenido que separarnos
por un tiempo indeterminado.
Recibiste esa invitación
para presentarte en uno
de los teatros de Méjico,
y hacia allí fuiste.
No te he podido acompañar.
Mi situación económica
no es de la mejor.
He tenido que resignarme
a quedarme aquí,
haciendo de mi parte
artísticamente lo que puedo.
Más no puedo dedicarme.
Debo disponer de muchas cosas
al mismo tiempo.
No quiero pecar de egoísta,
porque no lo soy.
Rezo por tus éxitos,
y siempre Dios me escucha...
es por esto que logras
el éxito en todas
tus presentaciones teatrales.
Mi corazón y mi alma
están junto a ti,
estés donde estés.
Simplemente quiero
hacértelo recordar:
necesito de ti.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto- 20/07/2015)