Es sorprendente
como hombres y mujeres
anden por este mundo
admirando a las más altas montañas
a las más grandes profundidades de los océanos y mares
admiran a las más blancas arenas y piedras preciosas
descansan y fotografían a las más exóticas islas
y también analizan,
o clasifican a los más fascinantes animales
a las más agudas inteligencias vistas y olfatos
sus costumbres hasta su ADN
pero nunca se detienen para valorar
y apreciar al ser que tienen a su lado
que es capaz de dar su vida
de sacrificarse
para complacerte de hasta dejar de comer
para que nada te falte.
Una cosa es necesaria hacerla
sin dejar de hacer la otra.
No somos capaces de percibir el infinito
los misterios llamados como tal
porque no los entendemos
no somos capaces de detenernos
para maravillarnos con nosotros mismos
como tampoco con el potencial como seres humanos.