síntomas que llevan a crear los versos conteniendo las emociones en prosas entregadas a tu presencia el vivir el alma cuidar de la fauna de su existencia con su don de dar la luz al crear los crepúsculos acaso el ocaso deja ver más estrellas e iluminan menos que ver el candil del astro planetario del sistema que se levanta silencioso al amanecer, las palabras al comunicarnos venus amazonas se escriben color matiz de mantis religiosa tú de mi provocas el revivir de la muerte en el que la soledad me acompaña solo y buscar en el resucitar de un cuerpo, Amper en los sesos cambiando el efecto de dar el paso al alucinare forma que causas en el torrente sanguíneo el latido alterados al choque de nuestros cuerpos, mis sistemas en los sentidos agudizados:
Tacto de pétalos de rosa roja en el rose entre las sabanas botones al desnudar de su cuerpo maravilla de raíz perfil de clavel , el olfato aroma de rayos ultravioletas al palpar la piel tu impresión al oír de ti sirena me llevas la embarcación al naufragio del ahogar con el sonido de los besos entregando el paladar el deleite de una emoción con un sabor gusto a marte se le llama pasión de ver feliz a la inspiración que te lleva en el flujo de las letras el florecer de cada margarita de tu reír.
El crecer del árbol eleva, cada rama expandida encontrando soluciones de vida, alimentando la existencia con gajos de naranja. Naces en cada brote fruto aroma a color naranjo expandido en el viento al respirarte en los rayos del sol que genera la vida, de ti nace la vegetación al caminar de sus plantas de los pies tocan la tierra estremeciendo la piel en cada estrato tiembla, en el suelo crece los pétalos a tu contacto divina forma de existencia creas las hojas para escribir lo que causas en el rio del fluir molecular de silabas entregadas a formar parte de una palabra que involucre la verdadera manera de ser ti, y en las historias de belleza al nacer en la eternidad dejen registro de ella, la divinidad de su voz celestial emergente de la fuerza sin manera de detener la creación de lo inerte la paz que abunda a tu presencia mi religión.
Lincoyan del Rosario