Me has querido tanto y de tantas maneras,
que me parece imposible
que alguien pudiera amarme así.
Me has querido con timidez
creyendo que solo tú amabas
y yo desde mi lejanía ¡Cuánto te deseaba!
Me has amado de tantas maneras
con las ansias de no poder estar lejos de mí
sin embargo ¡Tú ya me habitabas!
Y entre mis orgasmos yo te clamaba.
Me has querido con paciencia
mientras mis ganas de ti aumentaban.
He gritado tu nombre,
de tantas maneras que no encuentro hoy
otra forma de hacerlo.
Pero… yo te hice mío de tantas maneras
buscando tu placer en el desborde de mi desnudez,
en ese gozo único de la experiencia nueva.
Me has querido de tantas maneras
que la distancia no ha impedido
que seas el dueño de todos mis gemidos.