Yo escribo por escribir
igual que siembra el labriego
al voleo; como el ciego
que mira sin percibir,
y que ha aprendido a vivir
sólo mirando hacia adentro
y se siente tan contento
con tan sólo presentir.
Y aunque yo intento sentir
tengo ya el presentimiento
que conmigo soy atento
y a otros aprendí a mentir.
Me visto sin desvestir,
mi esencia guardar, lo intento,
no me gusta venga el viento
mis ideas a esparcir.
¿Vivir o morir? Vivir
en un grito, en un lamento,
las lágrimas en adviento,
o es un deseo de huir
sin saber a dónde ir
hasta perder el aliento
impasible al desariento
y al fin llegar a morir.
©donaciano bueno