nelida moni

La sirena

 

 


las aguas inquietas,
fulgen en las piedras,
lágrimas hechas olas
de alguna sirena.


Camina tránquilo
aquél marinero
no tiene desvelos,
ni amor, por ahora.


La luna está clara,
ilumina el rumbo,
no mira el mar,
no oye llorar.


Esta niña,hija del mar
canta, llora, gime
Enamorada observa,
verlo pasar.


Solo la consuela
las olas y el mar.
y una gaviota
bate sus alas,
diciendo, ya

pasará...