Qué será de los versos que olvido,
si reposa mi pluma ya cansada,
y el silencio me lleva a la nada,
y son nada las cosas que les digo.
Agotado el tiempo no consigo
una flor que recuerde la mirada
de mis noches de insomnio y alborada,
y de versos, que tarde, hoy les rimo.
Hojas secas del árbol, que convocan
los otoños que fueron primaveras,
desprendidas llegando a la meta.
Desgastados recuerdos que provocan
las nostalgias, antiguas y certeras,
de vivir las locuras de un poeta.
Carlos Oyague Pásara