Mike Rodriguez

ÓYEME

 

Óyeme y no intentes comprender

como en ocasiones

intentas comprender

el timbre interior

                que despierta

tu curiosidad dormida,

óyeme como eres así tu

de tierna y distraída,

óyeme, sin pensar lo que digo

como si escucharas caer la lluvia

a través de tu ventana,

óyeme con el corazón abierto

y los ojos cerrados

 

Óyeme y siente

el peso de mis palabras

entre tus manos

y sus oídos palmares;

absórbelas y acarícialas

y aproxímalas a tu rostro,

                arrójales

el vaho húmedo

de tu aliento

de brisa marina,

deslízalas

sobre tu cabello

de cascada revuelta,

hazlas rodar sobre

el asfalto claro

de tu cuerpo desnudo

y transiten por completo

desde tu frente encendida

hasta las uñas de cristal

                          de tus pies

 

Siente mis palabras

arañar el follaje

de tus jardines astrales,

siéntelas recorrer

tus zonas misteriosas

donde te germina la miel,

las flores y los relámpagos

 

Deja que mis palabras

como semillas sembradas

en tus células volcánicas

broten por tus poros

y se vuelvan garras bravías

                       de humo y luz,

y te miren como yo te miro

con una mirada trémula

y tu nombre retenido

en los labios

 

Óyeme y no intentes comprender,

Siente y oye la voz

de éste prisionero

de dientes caníbales

y manos en llamas…