Ella siente...
el deseo de gritar que le robaron su alma
provocándole una anestesiada calma.
Pero sabe que...
perdida está en una sala grande y oscura
donde oye el llanto que desata su locura.
Se agita...
y llora desgarrada, su pena aciaga,
pero débil, ella..., lánguida se apaga.
Tiene miedo...
pero igual en su sopor aúlla su drama
que busca en un delirio... y llama...
Pero entiende...
ya no podrá acunarla, tampoco besarla;
se la han llevado..., nunca podrá abrazarla.
Entonces...
su futuro será dolor... y le provoca terror,
saber que estará mañana sin su calor.
Sabiendo...
que ha oído su llanto después de haberla parido,
pero..., se la quitaron sin ella haberlo consentido.
Dedicado a todas las madres que le han robado a sus hijos recién nacidos.