Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

DESPUÉS DEL TIEMPO…

 

Después del tiempo que corre

que se destila como el agua

o se satura como el azúcar

 

         nada tiene que ver entonces

tu mano sobre mi pierna fría

ni tu boca en mi boca

sofocando quizás  ese beso

con un largo segundo

transformado  en minuto

 

no es mi brazo colocado en tu espalda

ni tus ojos que miran al horizonte

donde reposan los míos

(angustioso momento

es saberte callada

mientras mi mano se pasea por tus glúteos

y mi boca se esconde en  el lóbulo

                                                           de tu oreja

mordiendo lentamente

el arete que de él pende)

 

por eso después del tiempo

no hay nada

nada que no podamos recordar