Definición: \"La honestidad (Del latín honestĭtas, -ātis ) o también llamado honradez es el valor de decir la verdad, ser decente, recatado, razonable, justo y honrado.
Desde un punto de vista filosófico es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo como se piensa y se siente.
Se refiere a la cualidad con la cual se designa a aquella persona que se muestra, tanto en su obrar como en su manera de pensar, como justa, recta e íntegra.
Quien obra con honradez se caracterizará por la rectitud de ánimo, integridad con la cual procede en todo en lo que actúa, respetando por sobre todas las cosas las normas que se consideran como correctas y adecuadas en la comunidad en la cual vive\".
Con el pasar de los años tratamos de ser más auténticos y verdaderos. Ya no tanto con los que nos rodean, sino con nosotros mismos.
En mi caso aprendí desde muy pequeño que la honradez es un valor fundamental, pero también me enseñaron a mentir, a aparentar, a que el parecer de los demás lo tenía que tener presente y acatarlo aunque fueran contrarios a lo que pensaba o sentía.
Una contradicción, pero todos somos hijos de una cultura, de una situación histórica y de nuestros padres.
\"Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres\" (Jn 8, 32) leemos en la Biblia. Como creyente, para mi la verdad es Cristo, que me llama a vivir de acuerdo a mi verdad. Verdad que tiene su base en sus enseñanzas fundamentales, en donde el prójimo tiene un peso fundamental, basado en el equilibrio, la armonía, la integridad del yo, el amor a uno mismo. \"amarás al prójimo como a ti mismo\" (Mt 22, 39)
¿Cuán difícil es vivir de acuerdo a la verdad? ¿Cuán difícil ser honestos en un mundo donde priva el engaño, el aprovecharse del otro y la mentira?
Una sociedad egoísta hace egoísta a sus hijos.
La mentira arrastra poco a poco hacia la esclavitud y la división interior. La verdad libera.
No me he sentido más libre que cuando he actuado de acuerdo a la verdad, aunque si puede ser muy dolorosa (lo sabemos todos). Cuando ya no hay nada que ocultar y he podido caminar con la frente en alto porque mi conciencia no tenía nada de que acusarte.
La conciencia ese lugar íntimo donde te encuentras contigo mismo, donde vive Dios (o tus valores si no eres creyente) y que muchas veces ignoramos porque es, simplemente, un juez imparcial.
La verdad es la semilla de la autenticidad.
Es lo que te hace diferente. Es el terreno fértil donde crece y florecen tus potencialidades.
Es tu identidad y el lugar donde se desarrolla tu misión en esta vida.
Vivir en paz consigo mismo, con tu conciencia es algo que no tiene precio y será tu gran riqueza.