Tiempo para tu alma
Deja un poco de tiempo para tu alma,
entre tantos desastres, la propina
que le dejas al mozo, la vanguardia
de letras y modistos, la miseria
de perros y de humanos, confundidos con basura,
entre tantos relojes que te culpan del retraso,
entre toses y aullidos, entre golpes
de estado y nuevas leyes de pensiones,
deja un poco de tiempo para tu alma,
que no digan que sólo te ocupaste
de las cuentas, de llegar puntual al cine,
de elegirte la mejor de las corbatas
y un buen barrio para el tiempo del reposo,
que sepan que cantaste, que sufriste
por ese atardecer que lo dio todo por perdido,
por esas amapolas sostenidas en las grietas,
por ese hermano tuyo que no volvió de la batalla,
deja que pese sobre tus hombros la amargura,
que ruede aquella lágrima que guardas desde niño,
que busques quien te abrace, que tú abraces
a aquel que va pasando y que no conoce a nadie en este mundo,
deja que de a poco recuperes el sentido
de tu fe, de las razones de estar vivo,
que no todo es correr ni desvestirse,
que no todo es llegar sin cicatrices,
que en cada paso das mil células al viento
y alguna, quizá una, se convierta en tu semilla,
que todo es frágil, luz, ventana de lo absurdo,
que nada es fácil, paz, ni pieza con repuesto,
que en cada amanecer hay que mirar de nuevo al frente
y el piso no está mal cuando no puedes levantar ni la mirada.
Deja un poco de tiempo para tu alma,
porque ella buscará la forma de encontrarte,
de alzar tu mano al fin, de decirte te acompaño,
esto que eres tú soy yo, somos lo mismo en cada aurora,
ahora hay que seguir, no te abandones ni me dejes,
ahora hay que llegar adonde siempre ir has querido,
contigo yo me voy, déjame un tiempo cada día,
contigo siempre estoy, vuelve a vivir, yo voy contigo.
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06 08 15