Te descubro y mis sueños despiertan anhelantes,
sobrecoge al asombro la emoción desafiante
que se vierte en mi pecho en ese mágico instante.
Las premuras inician con latidos constantes...
Ya los ojos fulguran dulces luces brillantes
mi mirada te escruta con sentido hilarante,
la sonrisa florece desde el gesto expectante
exhortando pasiones que aparecen distantes.
El lenguaje del cuerpo se distiende preciso,
perfumado en hormonas sentimiento adivina
en el lúdico abrazo de temores omiso.
Te descubro y mi tiempo reverdece indeciso
entre anhelos y sueños que mi mente imagina,
todo cambia en segundos del momento conciso.