LA CIGARRA
Oh! tierna cigarra ¿donde yaces?
¿Será en venideras primaveras,
donde tu revolotear, prende quimeras
o ríos trémulos donde places?.
¡Es ahí! donde al cielo complaces,
con el fino trinar/ de aves de maderas,
que agita el palpitar/ de olas venideras
y el aletear… de auroras audaces.
Perderte en los azules ojos del mar
y en el verde espesor de los arrabales
-cobíjate- como las hojas del invierno
Aléjate de este crudo infierno
y se libre; abre tus alas de par en par
y surca del palmar, cálidos arenales.