Busco señal en algún satélite de tu planeta, pero, ni siquiera tienes luna Venus, traducir tu lenguaje es un castigo si no me dices nada, no te encuentro y gritar con frio congelado sin moverse duele en las costillas, tiempo queriendo contigo compartir en un mismo planeta en mundos separados oler el aroma de tu piel en mis sábanas cuando vuelvas decidida escribiremos un libro abierto de otra historia, o acaso en el ocaso que compartimos ya no hay cariño, será de otro cuento el que vives relatame lo que pasa, para oír de su canto que me lleva al naufragio de su labios , te he buscado entre mis contactos y tu estas desaparecida, espero en mi cuarto donde fue el último rastro de su fragancia tu sabes donde vivo, siento tu calor de la noche llámame.
estas en el latido complementando cada pieza de la bomba que impulsa el flujo sanguíneo, tu belleza me lleva unir letras en una infinidad debido a su delicadeza que inspira un sentimiento del florecer de tu risa.
hacer reír aun estés triste, tratar de lograr la alegría en sus labios, porque no existe nada mas bello que intentar igualar su hermosura con margaritas, pero la melodía de la melancolía es cantada por la soledad y yo te salgo a buscar a pulso.
Lincoyan el Rosario