Ella, cielo,
silueta de luz,
voz de agua,
inmensidad de aurora,
tacto de rayo y
sueños azules
Él, abismo,
cuerpo de plomo
que huye
con pasos inciertos
sobre aire hueco,
futuro ingrávido y
alma que oscurece
Cielo y abismo,
espejos cóncavos
frente a frente,
mirándose
con sus cegueras
enlazadas;
caen y se elevan
inversos a sí mismos
y desatan
torbellinos de quimeras
en el reino del viento:
único sitio del tiempo
en que ellos convergen
para acariciarse los deseos
y rasgarse las ganas…