Perdón, tuve a mal beberme de un solo trago el sueño de besarte,
No tuve a cuenta los remolinos de pájaros girando con fuerza
Dentro de las paredes de mi bien intencionado estomago
Ni me entere nunca que el gobierno dictador del reloj
Gota a gota seguía continuando, no, no supe de los días
Ni siquiera media la dosis de tu rostro en mi memoria empalagando.
Perdón, olvide que la lluvia también se moría y seguí regando,
Olvide la corta vida de las sésiles alas de colores de las flores
Me traspase los soles y el hambre me la tragaba
Me bebía mi propia sed, dejé el cardio de mi corazón servido
Entre corales en el buro a un costado de tu cama, nunca lo tomaste.
Perdón, pero entendí que no tiene nada de malo seguir mi propia vida,
Descubrí el poder del olvido que cae como agua a la quemadura
Que sabe a uva después de vomitar la bilis, y con la bilis tu nombre y el mío.
No sé si esto es el fin del crisantemo que se sembró por duda
O solo un cese al fuego, la locura en preludio a través de la cordura.