Cuando miro el trigal con las espigas abiertas
Que ha crecido en la ladera mirando el estero,
Que corre el agua cristalina y fresca
Me recuerda una amiga de tras dela cordillera,
Con dos luceros claros verdes como la naturaleza
Con su cabellera dorada que cubre su cabeza,
Una tierna y hermosa maestra con esmero y delicadeza
Entrego sus conocimientos a quienes la recuerdan,
Como la flor más hermosa que alegraba su habla
Con sonrisas en sus labios que siempre estaba presente,
Con preocupaciones cotidianas su hermosura no se ha pagaba
En ningún momento que la teníamos presente,
Tu belleza es la misma de ayer hoy y mañana
Como la belleza de tu corazón y tu alma,
Que en sus letras las demuestra
Cuando tomas la pluma,
Para expresar los pensamientos de tu alma.
Autor eco del alma
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Antofagasta, 02, 08, 2015